Desde hace algunos años la inteligencia artificial dejo de ser materia de ciencia-ficción para convertirse en algo tangible y parte de nuestro día a día. La medicina y la radiología no escapan a esta realidad. En el pasado, se diseñaban máquinas que podrían superar ampliamente a los humanos en las capacidades físicas y manuales, pero jamás en las capacidades cognitivas (aprender, analizar, comunicar y comprender las emociones). Sin embargo, la inteligencia artificial está pasando ahora a superar a los humanos cada vez más en estas capacidades.
Como lo dice de Yuval Noah Harari en su libro “21 lecciones para el siglo XXI” la inteligencia artificial no sólo está a punto de suplantar a los humanos y superarlos en lo que hasta ahora eran habilidades únicamente humanas. También posee capacidades exclusivamente no humanas como la conectividad y la capacidad de actualización. Un computador puede estar en capacidad de integrar y actualizar información y analizar millones de datos en fracciones de segundo, algo que como individuos no seremos capaces de realizar al menos en tan poco tiempo.
La inteligencia artificial no es de ningún modo algo reciente. Para no irnos demasiado atrás y visualizar el desarrollo de la inteligencia artificial podemos remontarnos al año 1996 cuando IBM presenta Deep Blue, la primera plataforma de inteligencia artificial capaz de superar “intelectualmente” las capacidades de un ser humano y que demuestra su competencia un año más tarde al derrotar al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov.
En 2011, IBM se propone desarrollar una plataforma lo suficientemente inteligente como para vencer al campeón mundial de Jeopardy, un popular concurso de televisión en Estados Unidos, basado en la clásica dinámica de preguntas y respuestas que abarcaba múltiples áreas del conocimiento y en el cual se incluían juegos de palabras, giros lingüísticos y combinaciones inesperadas que hacen casi imposible encontrar información predecible. Lo interesante aquí es que la “máquina” que quisiese ganar el juego no le bastaba con “buscar la información” en una base de datos, sino que de alguna manera, tenía que llegar a comprender realmente lo que le estaban preguntando, captar la ironía e incluso, tener sentido del humor. Pues bien, esta plataforma de inteligencia artificial llamada IBM Watson (en homenaje Thomas J. Watson, fundador y primer CEO de la compañía) derrotó a sus contrincantes campeones humanos y ganó el premio por un millón de euros.
Es posible que se pregunten, ¿que tendrá que ver esto con medicina y específicamente con radiología?, pues bien, una de las áreas donde más se desarrolla la inteligencia artificial es en las ciencias de la salud, y más aún en Radiología. En el 2013 IBM desarrolló junto al centro hospitalario Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, su primer proyecto comercial: una aplicación práctica que mejoraba enormemente la toma de decisiones a la hora de gestionar el tratamiento clínico (y farmacológico) de los pacientes afectados por cáncer de pulmón con resultados interesantes, aunque con temas por perfeccionar. Asimismo, en los últimos años hay desarrollos increíbles a través de “Machine learning” o aprendizaje automatizado, en el cual a través de una gran cantidad de información (Big data) una plataforma de inteligencia artificial analiza una importante cantidad de imágenes de diferentes modalidades diagnósticas (tomografía, radiografía convencional, mamografía), reconociendo patrones y calculando probabilidades. Después de que Radiólogos expertos validen la información tendremos un sistema que analiza imágenes, en algunos casos incluso teniendo en cuenta información clínica del paciente, permitiendo realizar un acercamiento diagnóstico sin ser ayudado por un humano.
Piensen en los sistemas de inteligencia artificial de “conducción asistida” que se implementan cada vez más en los vehículos y han incrementado la seguridad y reducido el número de accidentes. Este mismo resultado es el que se espera con la implementación de la inteligencia artificial en las ayudas diagnósticas por imagen.
El número de estudios de imagen realizados cada año se han incrementado exponencialmente en las dos últimas décadas, casi duplicándose cada 10 años. Cada vez más las imágenes se convierten en una ayuda diagnóstica imprescindible para los clínicos y desafortunadamente los radiólogos, quienes son los especialistas encargados de interpretar estas imágenes, se encuentran abrumados con el volumen de estudios que deben de interpretar originando un agotamiento que puede ir en contravía de un adecuado ejercicio de su profesión. Se espera que este sistema de inteligencia artificial le permita a los radiólogos realizar diagnósticos certeros en un tiempo reducido. En la misma línea hay muchos centros que no cuentan con disponibilidad de radiólogo en la noche o incluso en algunas horas del día y los sistemas de inteligencia artificial pueden realizar un acercamiento diagnóstico que ayude al clínico a tomar decisiones en el tratamiento mientras los hallazgos son validados por el especialista.
Adicionalmente estos sistemas pueden ayudar con detección rápida de condiciones de emergencia como por ejemplo en detección temprana de enfermedades como accidentes cerebro vasculares “derrame cerebral” o trombo embolismo pulmonar (coágulos que obstruyen las arterias de los pulmones).
Cada vez se habla más de medicina de precisión la cual creará la necesidad de diagnósticos de precisión. Se conoce ahora como algunos tumores expresan genes que están directamente relacionados con las características por imagen. Allí la “máquina” aprenderá a extraer el enorme tesoro de datos derivados de las imágenes para evaluar la genética y el comportamiento del tumor, así como la respuesta al tratamiento. Además del cáncer, es posible que los diagnósticos de precisión se apliquen a enfermedades crónicas y degenerativas como el Alzheimer y la enfermedad coronaria, o incluso a cualquier enfermedad que se correlacione con biomarcadores genéticos y de imagen.
Estas son tan sólo algunas aplicaciones de la inteligencia artificial en radiología sobre las que tendremos tiempo de profundizar más adelante. Hay algunas personas que creen que la inteligencia artificial llega a desplazar a los seres humanos en sus actividades laborales e incluso en su desarrollo interpersonal, sin embargo, al igual que en medicina y radiología, en muchas otras áreas del conocimiento la inteligencia artificial es una realidad que llega para ayudarnos, hacernos más eficientes y facilitar nuestro trabajo.