Los exámenes de radiología diagnóstica han revolucionado la medicina moderna gracias a la velocidad y precisión que generan sus resultados. Nos brindan la posibilidad de tener acceso a imágenes imposibles de percibir por el ojo humano con el fin de descartar enfermedades y otras condiciones de salud. Todos los seres humanos somos susceptibles de realizarnos algún examen de imágenes diagnósticas durante la vida, aún incluso sintiéndonos bien de salud. En Imedi te daremos unas pautas para que sepas si es momento de realizarte imágenes diagnósticas.
Por sus bondades, la radiología diagnóstica ha salvado millones de vidas hace décadas, debido a que permite ver la condición interna de distintas partes de nuestro cuerpo mediante exámenes no dolorosos, precisos y de bajo riesgo para el ser humano.
La radiología cuenta con una amplia gama de modalidades diagnósticas, enfocadas en analizar partes del cuerpo específicas que presentan alguna sintomatología. Existen dos tipos de radiología: la diagnóstica y la intervencionista, ambas utilizan las imágenes como insumo clínico, pero la radiología diagnóstica se basa en interpretación de imágenes que dan un resultado que orienta al médico para la toma de decisiones, mientras que en la radiología intervencionista se realizan procedimientos mínimamente invasivos que pueden ser también diagnósticos o terapéuticos.
La radiología diagnóstica puede ser necesaria en varios casos. Uno de ellos es la detección temprana de enfermedades (tamizajes), como se realiza por ejemplo en el cáncer de mama. También es útil cuando se sospecha clínicamente una enfermedad y el médico quiere confirmarla. Otro es el seguimiento a patologías detectadas previamente a las que se les esté realizando tratamientos y se quiera ver la evolución o comportamiento de la enfermedad. Las imágenes diagnósticas también son usadas para descartar problemas graves después de sufrir accidentes en los que eventualmente se pudo comprometer estructuras como el cráneo, huesos u órganos internos.
Los exámenes de tamizaje realizados en radiología son aquellos que permiten detectar enfermedad en una fase temprana y de esta manera realizar el tratamiento o las intervenciones necesarias en forma oportuna. El principal ejemplo de estudios de este tipo es la mamografía, la cual, hasta el día de hoy, es el método más ampliamente utilizado a nivel mundial para la detección temprana de cáncer de mama.
En cuanto a las situaciones en las cuales se desee detectar una enfermedad, los médicos, basados en los síntomas del paciente deciden tomar una imagen en el área anatómica en la cual piensan se encuentre el origen de dichos síntomas. Por ejemplo, en el caso de dolores de cabeza constantes que no se quitan con medicamentos, los profesionales pueden acudir a una tomografía del cráneo para analizar, mediante imágenes computarizadas, la presencia de alteraciones como sangrado, masas, procesos infecciosos, aneurismas, acumulación de líquido en el sistema ventricular (hidrocefalia) entre otras causas de dicho síntoma.
Suele suceder que en las imágenes de radiología diagnóstica se encuentre la causa de los dolores y síntomas del paciente, algo que permite tomar medidas de intervención o tratamientos. En caso de no encontrar hallazgos que expliquen el problema, el médico, de igual manera, podrá tomar decisiones más certeras ya que habrá descartado varias enfermedades con el estudio realizado.
Otro escenario que compete a la radiología diagnóstica es el seguimiento de enfermedades oncológicas (cáncer) o de otro origen (infecciosas, degenerativas). En principio los tumores de diferentes orígenes requieren un seguimiento a largo plazo no solamente clínico, sino radiológico, para evaluar la respuesta al tratamiento y de esta manera determinar si el tumor se ha resuelto completamente, ha disminuido o aumentado de tamaño, y en base a ello tomar las decisiones pertinentes en el tratamiento.
Los exámenes de radiología diagnóstica más comunes y que ayudan a detectar posibles tipos de cáncer son la radiografía, ecografía, resonancia magnética, y tomografía.
Más allá de realizarse exámenes de radiología frecuentemente para estar en búsqueda de enfermedades, lo realmente importante es mantener un autocuidado riguroso de nuestro cuerpo y prestar atención a la situaciones que no son comunes y pueden constituirse en síntomas de patologías graves que afecten a órganos internos como la vejiga, los pulmones, el hígado, entre otros. Es indispensable para la realización de exámenes de radiología contar con una evaluación por profesionales de la salud, quienes basados en su conocimiento determinen la necesidad de este u otros estudios.
Hay una última condición que debemos mencionar en cuanto a la necesidad de hacerte exámenes de radiología diagnóstica y es el embarazo. Las ecografías son imágenes diagnósticas seguras y eficaces que nos ayudan a hacer un seguimiento del proceso de desarrollo y crecimiento del feto en diferentes etapas. Así que, si tú o tu pareja conocen o tienen indicios de que hay un posible embarazo, sin duda alguna deben realizarse este examen de radiología diagnóstica cuando el médico lo indique.
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