La elastografía hepática es un método diagnóstico de imágenes médicas que permite evaluar el hígado en pacientes con sospecha de enfermedad hepática. Hay numerosas enfermedades que pueden favorecer el desarrollo de enfermedad hepática tales como el abuso de alcohol, el hígado graso no alcohólico y las hepatitis crónicas virales. Resultado de ciertas condiciones como la obesidad y los malos hábitos alimenticios, en los últimos años se ha presentado incremento de las enfermedades hepáticas relacionadas con hígado graso de origen no alcohólico.
Una inflamación hepática por tiempo prolongado (inflamación crónica) del hígado producto de las enfermedades anteriormente mencionadas conlleva al desarrollo progresivo de tejido de cicatrización (fibrosis). Esta fibrosis hace que las células del hígado no realicen adecuadamente su función, desencadenando un conjunto de alteraciones y síntomas tales como fatiga, aparición de hemorragias o hematomas con facilidad, pérdida de apetito, náuseas, hinchazón de las piernas, los pies o los tobillos (edema), pérdida de peso, picazón en la piel, coloración amarilla en la piel y los ojos (ictericia) y en enfermedad más avanzada la presencia incluso de síntomas neurológicos.
Cuando no se realizan intervenciones tempranas y tratamiento de la enfermedad que produce inflamación del hígado y avanza la fibrosis se desarrolla una entidad que todos conocemos como cirrosis, la cual puede tener implicaciones negativas en la salud de las personas. Es importante aclarar que no todos los pacientes con enfermedad hepática desarrollan fibrosis y que no todos los pacientes con fibrosis tienen síntomas. Lo interesante de la elastografía hepática es que es un método diagnóstico que nos permite detectar de forma temprana la aparición de fibrosis, y es por esto que la elastografía se ha convertido en una herramienta fundamental para los médicos en el seguimiento de enfermedad hepática crónica.
La elastografía se puede realizar a través de ultrasonido (ecografía) o con resonancia magnética. En nuestro centro lo hacemos con ecografía cuyo principio es emitir ondas de sonido no dolorosas que se dirigen al hígado. Éstas ondas al chocar con el hígado van a tener un comportamiento diferente en un órgano sano (elástico) versus en un hígado con fibrosis (rígido). Ésta información la analiza un software que crea un mapa visual de color y da un valor numérico a la elasticidad o rigidez con las que las ondas atraviesan el hígado, permitiéndole al radiólogo definir si existe fibrosis hepática o no y que tan avanzada puede estar.
Una de las principales características de la elastografía hepática es que es un método diagnóstico no invasivo. Antes de la aparición de la elastografía la única forma de comprobar la presencia de fibrosis era realizando una biopsia en la cual se utiliza una aguja cortante que obtiene cilindros de tejido del hígado y se analiza el microscopio. La biopsia es un estudio que a diferencia de la elastografía es invasivo y tiene algunos riesgos como sangrado o infección.
La elastografía es un estudio sencillo que no produce dolor. Si alguna vez se ha realizado una ecografía no encontrará diferencias significativas en el procedimiento. Para la realización del estudio debe tener un ayuno de al menos seis horas. El radiólogo aplicará gel en el área anatómica donde se encuentra el hígado y le pedirá que sostenga la respiración en algunos momentos para realizar unas mediciones con un software especializado con el fin de evaluar si hay fibrosis hepática.
Los resultados obtenidos de la elastografía hepática le permitieran a su médico tomar decisiones sobre las intervenciones más apropiadas para evitar que la enfermedad hepática avance a fibrosis o en caso de que ya exista fibrosis se tomarán medidas para retardar o evitar la progresión a cirrosis. También es útil para predecir el riesgo de complicaciones de enfermedad hepática y monitorear la respuesta al tratamiento.
La elastografía es un método diagnóstico seguro que no usa radiación. En un grupo muy reducido de pacientes puede haber limitaciones que no permitan la realización adecuada del examen, por ejemplo, en aquellos con espacio reducido entre las costillas, pacientes con líquido en el abdomen (ascitis), pacientes con inflamación aguda del hígado (hepatitis aguda), pacientes con obesidad importante y pacientes con falla cardiaca, ya que algunos de ellos presentan congestión hepática que puede alterar la prueba.
Hay algunas otras aplicaciones de la elastografía en otros órganos como la glándula tiroides y la mama sobre las cuales profundizaremos más adelante en otro artículo de nuestro blog. Imedi es el centro de imágenes pionero en el oriente antioqueño en la realización de elastografía hepática y cuenta con profesionales con vasta experiencia en este método diagnóstico.
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