Radiología pediátrica: radiación ionizante ¿una buena elección?

Radiología pediátrica: radiación ionizante ¿una buena elección?

Una de las áreas de la salud que más ha crecido en los últimos tiempos es la radiología pediátrica. Por mucho tiempo se consideró al paciente pediátrico como un “adulto pequeño”, sin embargo, el espectro de enfermedades en los niños es bastante diferente al de los adultos y las imágenes diagnósticas usadas deben seleccionarse de una manera meticulosa para evitar los efectos secundarios de la radiación en esta población. Por esta razón se fundó Imedi, una IPS especializada en radiología pediátrica, la cual se enfoca en ofrecer una alternativa para la atención en imágenes diagnósticas, permitiendo hacer valoraciones más precisas en la población infantil.

 

Algunas modalidades diagnósticas como la radiografía y la tomografía usan radiación ionizante, este tipo de radiación se caracteriza por ser un tipo de energía liberada por los átomos en forma de ondas electromagnéticas (rayos X) o partículas (neutrones, alfa, beta). El uso de la tomografía computarizada se ha incrementado dramáticamente en las últimas dos décadas, lo cual tiene un impacto significativo en la población pediátrica, ya que los niños están particularmente en riesgo de ser afectados por los efectos adversos que trae consigo la radiación ionizante, esto se ha logrado detectar a través de estudios en los que asocian este tipo de procedimientos como una de las causas de desarrollo de enfermedades cancerígenas. El daño que causa la radiación en los órganos y tejidos depende de la dosis recibida o dosis absorbida.

 

En los últimos años se acrecentó la preocupación ante los efectos secundarios de la radiación y la susceptibilidad de los órganos de los niños a esta, por lo cual se ha despertado un gran interés por parte de la comunidad científica para desarrollar equipos con avances tecnológicos que permitan emitir una dosis de radiación mucho menor. Además de diseñar protocolos para disminuir los riesgos en la población infantil al ser expuestos a dosis altas o innecesarias de radiación. Se han establecido varias estrategias para realizar una práctica radiológica apropiada en la población pediátrica, tales como:

 

  1. No realizar nunca una exploración radiológica no justificada, especialmente aquellas que usen radiación ionizante.
  2. Sustituir siempre que sea posible, las técnicas que usan radiación por aquellas que no la usan.
  3. Utilizar técnicas y protocolos con una dosis de radiación tan baja como sea posible para mantener una calidad de exploración que nos permita hacer diagnósticos certeros y resolver las dudas de los médicos tratantes.
  4. Ajustar los parámetros de exploración (como kilovoltaje o miliamperaje) al volumen del paciente.
  5. Utilizar protectores de plomo en el paciente siempre que sea posible en las zonas radio sensibles que no se van a explorar.

 

Por otro lado, modalidades diagnósticas como la ecografía y la resonancia magnética no usan radiación ionizante y por lo tanto son de elección en la población pediátrica. La ecografía es una de las modalidades diagnósticas con mayor disponibilidad, de bajo costo, no requiere sedación y, como mencionamos, no usa radiación ionizante, por lo cual es ideal en el abordaje diagnóstico de un sin número de patologías que presenta la población pediátrica. La resonancia magnética es una buena alternativa, sin embargo, en nuestro medio es un método diagnóstico que no tiene una disponibilidad tan amplia como la ecografía y, además, es de mayor costo. Adicionalmente, requiere el uso de sedación en la mayoría de los niños, ya que el paciente debe estar acostado y sin moverse por varios minutos.

Por esta razón, a la hora de realizar este tipo de procedimientos, es necesario primero someter al paciente a una serie de exámenes donde se determine el daño que le pueda causar en el organismo la radiación ionizante y, de acuerdo a lo que lancen los resultados, decidir cuál es la mejor opción para el paciente. De hecho, al momento de tomar la decisión de hacer un estudio con radiación ionizante, su médico habrá sopesado que el beneficio que nos puede brindar una imagen diagnóstica es mayor al riesgo de practicárselo. 

En Imedi, los protocolos han sido diseñados por especialistas en radiología pediátrica y la mayoría de estos estudios son realizados por esa subespecialidad. Adicionalmente contamos con equipos de última generación que permiten realizar exploraciones de calidad diagnóstica y la menor dosis de radiación posible lo cual nos hace líderes en la región en esta área.

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