Como mencionamos en nuestro artículo anterior, los nódulos tiroideos son detectados con frecuencia en los exámenes clínicos cuando se realiza la palpación de cuello o incidentalmente en estudios de imágenes como ecografía y tomografía. Para determinar la probabilidad de que estos nódulos sean benignos o malignos es necesario realizar una ecografía y, de acuerdo a sus características (tamaño, composición sólida o quística, márgenes, presencia de calcificaciones, entre otros), el Radiólogo podrá establecer si se trata de un nódulo sospechoso de cáncer o no.
La inmensa mayoría de nódulos evaluados en ecografía tendrán características de benignidad o baja sospecha de malignidad y, por lo tanto, no requerirán estudios adicionales o en algunos casos, solo será necesario seguimiento con ecografía para vigilar si aumenta de tamaño o hay algún cambio que lo haga sospechoso de cáncer.
Sin embargo, un porcentaje pequeño de nódulos cuyas características en ecografía tengan sospecha moderada o alta de cáncer requieren un aspirado con aguja fina (ACAF) con el fin de obtener células que serán analizadas en el microscopio para determinar si efectivamente es un nódulo maligno (cáncer) o benigno. En Imedi somos especialistas en imágenes diagnósticas que ayudan a detectar este tipo de enfermedades, por esta razón, en este artículo te contaremos todo sobre el aspirado con aguja fina.
¿Qué es el aspirado con aguja fina o ACAF?
Cuando su médico ordena una biopsia de tiroides generalmente se refiere a un ACAF que, como mencionaremos posteriormente, consiste en la aspiración con una aguja muy delgada de células del nódulo. Técnicamente, la biopsia se refiere a tomas de muestras con agujas de mayor calibre que obtienen muestras de un tejido, en cambio, la inmensa mayoría de procedimientos que se realizan en la glándula tiroides se llevan a cabo a través de aspiración con aguja fina (ACAF).
¿Cómo se realiza el procedimiento ACAF?
Preparación:
En Imedi, este procedimiento es realizado por un médico radiólogo quien se encargará de analizar los estudios que le han practicado previamente. El ACAF es un procedimiento sencillo que no requiere ninguna preparación especial. Es mínimamente invasivo, por lo cual no es necesario obtener pruebas de coagulación para determinar si existe riesgo de sangrado (como en otros procedimientos), ya que se hace con una aguja muy delgada y el riesgo de complicaciones es realmente bajo.
Realización del ACAF:
Se le pedirá que se acueste en la camilla y extienda el cuello lo mejor posible. Para realizar el procedimiento, el radiólogo realizará una ecografía en búsqueda de la lesión que se ha considerado sospechosa en estudios anteriores. Una vez localizado el nódulo y seleccionado el sitio del cuello que se va a puncionar, la enfermera realizará una asepsia (limpieza) del sitio para evitar infecciones.
Posteriormente, con una aguja muy delgada se inyectará una pequeña cantidad de anestesia suficiente para que el procedimiento sea bien tolerado. Asimismo, también guiándose por ecografía, el radiólogo introducirá una aguja muy delgada a través del nódulo hasta obtener la muestra. Luego retirará la aguja y con una jeringa depositará la muestra en varias placas de vidrio en las cuales se esparcirá las células obtenidas para que puedan ser visualizadas en el microscopio.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué puede sentir durante y después del procedimiento?
Durante la aplicación de anestesia es posible que sienta una sensación de ardor y/o dolor leve que en la mayoría pacientes es bien tolerado. Luego de la aplicación de la anestesia no debe sentir molestia alguna o ser muy leve. Es esperado que se forme en algunos pacientes una pequeña equimosis (morado) o que haya una leve hinchazón en el sitio de la punción. También un pequeño número de pacientes pueden presentar un dolor leve después del procedimiento. En caso de presentarse, puede aplicarse hielo y tomar acetaminofén. Debe evitar ingerir antiinflamatorios como ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno después del examen.
2. ¿Es posible que se tenga que repetir el procedimiento?
En aproximadamente 5% a 10 % de los ACAF que se realizan en los diferentes centros, se obtienen muestras que contienen una cantidad de sangre mayor a lo esperado y es por ello que el citólogo-patólogo no puede ver satisfactoriamente las células del nódulo o de la glándula. En estos casos su médico determinará si es necesario repetir el estudio o si prefiere hacer un seguimiento con ecografía.
3. ¿Cuánto se demora el procedimiento?
El procedimiento tiene una duración aproximadamente de 20 minutos.
4. ¿Cuánto tarda la entrega del resultado del ACAF?
Luego del procedimiento recibirá dos informes. Uno de ellos corresponderá a la descripción del procedimiento realizado en el cual se le informará la localización del nódulo, sus características y la cantidad de muestras tomadas. Este informe se entregará una vez terminado el procedimiento.
Imedi entregará las muestras al laboratorio encargado de acuerdo a su EPS. En términos generales, la entrega del resultado final se realizará en ocho a diez días aproximadamente, pero esto dependerá del laboratorio que procese la muestra.
5. ¿Qué precauciones debe tener luego del ACAF?
Como se ha mencionado previamente, el ACAF es un procedimiento mínimamente invasivo que es muy bien tolerado y sus complicaciones son extremadamente raras. Sin embargo, es importante que observe durante los días siguientes si la piel se pone roja o caliente, lo cual puede indicar que hay infección en el sitio de la punción, o si hay formación de hematoma (prominencia de la piel asociado a cambios en la coloración), especialmente si se asocia a dolor, dificultad para respirar o tragar. Si llegara a presentar estos síntomas debe consultar.
En Imedi contamos con un equipo de profesionales con amplia experiencia en realización de procedimientos como el ACAF. Si desea conocer detalladamente todo sobre el ACAF de tiroides y demás exámenes, puede ingresar a imedi.com.co y recibir el acompañamiento y asesoría del mejor personal médico.
